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Durante las primeras semanas, tras pasar de la dieta líquida a la sólida, se restringirá la cantidad de fibra de tu dieta. Las hortalizas y la fruta pueden provocar hinchazón, por lo que, con el tiempo, se puede ir reintroduciendo fibra poco a poco, según se tolere. En general, con el balón gástrico colocado, es probable que te baje el apetito. Dicho esto, comer en exceso con el balón implantado puede causar síntomas como hinchazón, eructos, náuseas, vómitos, acidez de estómago y calambres. Comer en exceso de forma continua podría obstaculizar el progreso y causar efectos secundarios, tales como vómitos excesivos y deshidratación. Ahora bien, colaborarás con tus profesionales sanitarios a lo largo del proceso; comentarás tus hábitos alimenticios y tu plan de nutrición con el dietista o nutricionista y siempre conviene consultar con ellos antes de introducir nuevos alimentos en la dieta. Para informarte más, revisa nuestra guía terapéutica.

En principio, no hay problema en disfrutar de una copa de vino una o dos veces por semana. Pero ten en cuenta que beber cualquier cantidad de alcohol puede aumentar el riesgo de úlcera de estómago, por lo que conviene disfrutarlo con moderación.

En la primera semana después del procedimiento, es mejor tomarse las cosas con calma y no volver directamente a la dinámica normal. Sin embargo, una vez que tu cuerpo se acostumbre al balón, podrás empezar a retomar las actividades cotidianas habituales. De hecho, se recomienda iniciar un programa de ejercicio; no solo hará que te sientas más feliz y saludable, sino que también aumentará tus probabilidades de perder el peso que deseas.

El programa de Spatz fomenta la pérdida de peso incorporando un enfoque holístico, que incluye aprender y adoptar nuevas habilidades de estilo de vida saludables. A lo largo del año, tendrá varios controles con tu médico y múltiples visitas con tu dietista o asesor nutricional al menos una o dos veces al mes mientras tu balón esté colocado. En estos controles, podrá realizar un seguimiento de tu progreso y obtener valiosos consejos sobre salud, nutrición y ejercicio que lo prepararán para el éxito a largo plazo. Estos seguimientos le ayudarán a aprovechar al máximo tu proceso de pérdida de peso.

En los primeros días después de que te hayan colocado el balón, sentirás un malestar de grado variable. A partir de ese momento, es posible que experimentes sensaciones como saciedad, pesadez o hinchazón, o que no sientas nada en absoluto, a menos que comas en exceso.

Es frecuente que el balón tenga efectos secundarios como náuseas, vómitos o niveles variables de dolor de estómago en los primeros días después de la implantación. El médico te recomendará medicamentos para estos efectos secundarios, que suelen disminuir durante la primera semana. Una vez que pase la primera semana y vuelvas a comer alimentos semisólidos, y luego sólidos al cabo de dos semanas, los efectos secundarios que puedas experimentar probablemente estarán relacionados con la cantidad o los tipos de alimentos que estés comiendo. Si tu dieta no es del todo equilibrada, es posible que te sientas hinchado o presentes eructos frecuentes, dolor, náuseas, vómitos o acidez de estómago. Es importante que sigas tu plan de alimentación y escuches a tu cuerpo.

Es importante recordar que el balón gástrico no es sino una herramienta que te ayudará en tu proceso de pérdida de peso. Para sacar el máximo partido al tratamiento, deberás complementar el balón con cambios en el estilo de vida, lo cual incluye una dieta equilibrada y bien planificada; ejercicio regular y un programa definido para modificar tus hábitos. La pérdida de peso y su mantenimiento dependerán de tu compromiso con estos cambios. La pérdida de peso promedio con nuestro balón gástrico oscila aproximadamente entre 14-25 kg, (32-55 lb) y hemos visto a muchos pacientes perder mucho más. Hay quienes perderán una pequeña cantidad de peso, pero, si te mantienes firme en los cambios de estilo de vida, tu proceso de pérdida de peso será todo un éxito. Y para poder perder peso de forma sana y controlada y evitar repercusiones negativas en la salud, lo mejor es que mantengas un contacto frecuente con tu médico.

El balón se infla con un líquido azul y, si alguna vez se desinfla o gotea, el líquido hará que la orina se vuelva verde. Si esto ocurre, basta con que llames al médico y conciertes una cita inmediata para retirar el balón.

Puedes disfrutar de los beneficios del balón intragástrico Spatz3 durante un plazo máximo de 12 meses (8 meses fuera de EE. UU.). Durante tu proceso de pérdida de peso con Spatz, el médico te recetará medicamentos por vía oral para controlar la acidez estomacal y, a su vez, reducir las probabilidades de irritación estomacal y mantener el balón en condiciones óptimas.